domingo, 23 de noviembre de 2014

La ventana indiscreta

- El pobre hombre vuelve a salir con la escoba.
- ¿Hoy tampoco hay nadie?
- Nadie. Mueve un par de sillas, coloca el mantelito...
- Qué lástima, de verdad... ¡Mira! ¡Unos cruzando la acera!
- Falsa alarma, pasan de largo...

Sufro por el restaurante del barrio.

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