- Teacher, estoy muy triste.
- ¿Qué te ha pasado?
- Que este fin de semana se murió mi pato.
- Vaya, qué mala suerte. Lo siento mucho, cariño.
- Estábamos jugando al fútbol en el pasillo, y el balón era de reglamento.
- ¿Pero el pato también jugaba?
- Lo puse de portero, pero chuté un poquito fuerte y se estampó contra la pared.
- Jajajajajaja.
- Pero, teacher, ¿¡te estás riendo!?
No pretendía ser cruel. Mis disculpas al niño y al pato.
que en cua descanse!
ResponderEliminarJajaja, todavía me río al imaginarme la estampa...
EliminarMadredelamorhermoso
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