- ¡Nena! ¿A que no sabes de dónde vengo?
- Cuenta, cuenta...
- De comprarme el vestido para tu boda... ¡Monísimo (y carísimo)!
- ¡Qué ilusión! Ya te lo veré cuando llegue el día...
- Ya no tengo excusa para no ir... ¡Ahora ya no me escapo!
- Pues anda que yo... Por cierto, ¿te había comentado que me caso en Cádiz?
- ¡¿Que te casas dónde...?!
Galicia habría sido peor...
jajaja! me encantan estos diálogos tuyos.
ResponderEliminarTe lo comento para que conte que pasé por aqui como otros días
¡Gracias, 111! Prometo visitarte a menudo yo también...
Eliminar¡Y que sigan constando tus visitas por aquí!
Ja, ja, ja...
ResponderEliminarDescuida, que yo tan lejos no me iré a casarme (tengo consideración, que lo de arrastrar todos los instrumentos tan lejos está complicado...) :P
Y aún tienes unos añitos de ventaja...